Migrar: Un Sueño Alcanzable y la Realidad de Hacerlo Posible
Migrar, viajar y vivir en otro lugar a menudo se describen como un sueño, algo que parece reservado para "los que pueden". En mi país, el patriotismo es fuerte; migrar no es un reflejo de desamor por nuestras maravillas, sino una respuesta al profundo desperdicio y desprecio de nuestros gobernantes hacia el potencial de nuestra tierra.
De Soñar a Planear: La Transición Clave
Mi historia comenzó como un sueño lejano y desproporcionado. En medio de la vida cotidiana —un trabajo, un título universitario, una vivienda modesta—, me preguntaba: ¿qué más necesito para vivir? Y ahí está la clave: vivir. A menudo confundimos la existencia con la supervivencia; comer, trabajar y dormir no son suficientes para llenar nuestra vida de experiencias significativas.
Escuchar esa voz interior que nos dice que aspirar a más es ser codicioso o egoísta es un obstáculo que debemos superar. Cuando logré ahogar esa voz, comencé a soñar de nuevo y a planificar. No tenía dinero, pero nadie me cobraba por explorar páginas web, leer blogs o ver videos sobre migración. La planificación no requiere recursos financieros; se trata de compromiso y dedicación.
Hice un presupuesto y empecé a revisar pasajes y otros costos. Los detalles de mi viaje —el color de la maleta, los lugares que deseaba visitar— eran secretos que solo yo conocía. Con el plan en marcha, solo faltaba esperar el momento adecuado para dar el paso.
Una Invitación a Soñar en Grande
Espero que esta historia los anime a escuchar voces distintas a la que les dice que no pueden. Por aquí, comenzaré a compartir el paso a paso de nuestra experiencia, porque si migrar parece difícil, nosotros lo hicimos en familia. Estén atentos para recibir consejos prácticos y útiles para aquellos que deseen soñar "descabelladamente".
La migración puede ser un viaje desafiante, pero también es una oportunidad de transformación personal y familiar. Recuerden, soñar es el primer paso hacia la realidad.
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